Después de la batalla épica por las entradas para AC/DC no deja de sorprender que la sala Rock Star Live de Barakaldo apenas llenara la mitad de su aforo anoche para recibir a los travestidos del punk New York Dolls. Los chicos de David Johansen tocaron durante hora y media un sólido repertorio rockero de sonido puro y limpísimo que hizo las delicias del escaso aforo que bebía cerveza a 4 euros la botella de Carlsberg. Guitarras zigzagueantes, la juguetona voz del cantante y la pesada batería de Brian Delany sirvieron para elevar la temperatura. Sobre el escenario bromistas, juguetones y cómplices con su público. A los trastes sonaron muy profesionales, directos y sin arabescos.
En fin, sólo rock and roll, que no es poco en estos tiempos.
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